Resumen:
En el Perú como en muchos lugares las radios culturales, comunitarias tienen muchos problemas para realizar su labor. Actualmente se cuenta muchas radios pero la mayoría informales y muchas de esas tienen un contenido muy aceptable y aspira a mejorarlo, estas radios no buscan estar en un comercio y por eso su capacidad de ingresos es muy limitada, las que son estatales dependen de la poca atención que les da el estado y muchas otras que necesitan esa atención están limitadas por papeleos y tramites, la radio compite con muchos medios de comunicación pero es un medio que se mantiene en compañía de los ciudadanos y es importante fomentar y mejorar esta practica radial.
Palabras Clave: Publicidad, Expresión, libertad, Sostenibilidad
Para hablar de las radios comunitarias no podemos dejar de
referirnos al actual sistema de medios de comunicación que nos gobierna.
Resulta sustancial analizar las repercusiones que han tenido la liberalización
y concentración económica de los medios para el desarrollo de un tercer sector
de las comunicaciones (comunitario).
Las comunidades para facilitar el trámite de legalización, no las hacen ellas mismas como personas jurídicas, sino que se lo encargan al presidente de la comunidad; como hay muchos requisitos, papeleos, documentación y difícil acceso de toda una comunidad hacia el MTC(ministerio de transportes y comunicaciones), esta persona tramita la licencia a su nombre, pues ello es más fácil, pero ya no como comunitaria, sino como educativa o comercial.
Legalizar significa que el que está difundiendo quiera legalizarse y por otro lado que el estado, MTC, muestre el espíritu de querer legalizar. Aquí debe haber un acercamiento entre ambos, un entendimiento de realidades. El estado tiene que querer conocer y entender la realidad de los radiodifusores y acercarse a ellos.
La concentración de los medios conforma un sector económico
muy importante, gran parte del dinero del mundo se mueve gracias a los medios
de comunicación, los cuales se enfocan principalmente a la industria del
entretenimiento y la información de grades acontecimientos, que son los
enfoques que más seguidores tienen, en una sociedad en la cual los medios son
la mayor influencia de la opinión pública, esto deja de lado a medios como las
radios comunitarias.
Este proceso acentuó la concepción de que el Estado es el
depredador natural de la libertad de expresión, entendiendo que la libertad de
expresión actúa como un escudo protector del individuo frente a la censura
estatal. Una postura fundada en la mítica idea de que todos ejercían ese
derecho en igualdad de condiciones, ignorando la distribución desigual de poder
de las personas para participar del debate público. El acceso a los recursos –
económicos -simbólicos, políticos- determinan en gran medida el éxito expresivo
de las personas.
En este sentido, si el propósito de la libertad de expresión
consiste en ampliar las fronteras del debate de modo de permitir el libre
intercambio de ideas que requiere la autodeterminación colectiva en un sistema
democrático, la intervención del Estado debe estar orientada a equilibrar las
limitaciones que causan las desigualdades sociales, económicas y culturales. En
otras palabras, asumir la naturaleza democrática de la libertad de expresión
puede imponer tanto “obligaciones negativas” al Estado -límites para impedir su
arbitrariedad- como obligaciones positivas, que garanticen que efectivamente
circulen la mayor cantidad de visiones presentes en una sociedad. Es esta
lectura, sobre la libertad de expresión la que define la actuación del
movimiento de radios comunitarias en el mundo.
Las radios comunitarias, en muchos
lugares han librado una larga y decidida batalla por el derecho a comunicar,
enfrentando la arbitrariedad en la asignación de las frecuencias de radio y TV
por parte de los órganos reguladores, que distribuyen las frecuencias con
exclusivo sesgo
económico y técnico, sin aplicar la doctrina de derechos humanos en dicha
distribución.
En el proceso de afirmación del derecho a la comunicación
como un derecho humano la ciencia jurídica ha hecho una síntesis que señala que
el derecho a la libertad de expresión es un derecho de doble vía; individual y
social. Implica el derecho a difundir información y el derecho de los demás a
recibirla y que no debe estar sujeto a ningún tipo de discriminación. No es un
derecho declamativo, sino que implica contar con los medios técnicos para su
ejercicio. Supone una dimensión de derecho individual y colectivo, que obliga
al Estado a promoverlo, porque se trata de un derecho que posibilita la
deliberación publica, que permite que las diferencias se expresen y salgan de
su aparente neutralidad, poniendo a disposición de la sociedad discursos que
expresan las asimetrías de poder existentes, permitiendo, la aparición de
nuevas formas de deliberación como parte de la vida en democracia.
El estado
tiene más obligaciones que solo limitar malos programas con censuras, para que
el estado cumpla sus obligaciones de derechos humanos deben preocuparse por
hacer lo más accesible la expresión de comunidades y pobladores, preocuparse
por radios que son del pueblo(radios comunitarias) que no tiene ingresos debido
a que su limitado público no resulta atractivo para empresas privadas, y aunque
mantienen su comunicación como las comunidades pueden, su labor sería mucho más
sencilla con apoyo del estado. Muchas radios comunitarias desaparecen por falta
de apoyo.
Por oposición hay una doctrina que afirma que el Estado lo
único que tendría que hacer en materia de radiodifusión es ordenar las
emisiones de radio y TV como si fuera el código del tránsito, sin preocuparse
del equilibrio de representación en dichas emisiones. Diversos organismos, como
la OEA y la ONU apoyan que la razón de la regulación es la promoción de la
diversidad y el pluralismo.
Directora Rosa María Alfaro. directora de la Asoc. Calandria
Como lo afirma los distintos informes de la relatoría de
libertad de expresión de la OEA, la radiodifusión comunitaria debe estar
“expresamente reconocida como una forma diferenciada de los medios de
comunicación”, beneficiada por “procedimientos equitativos para la obtención de
licencias” y permitiendo acceso a publicidad.
Podemos apreciar en la opinión de Javier Vásquez reconocido ingeniero de audio en una radio mexicana, que comparte sus pensamientos y conceptos sobre los problemas de sustento para radios que difunden cultura, se pueden apreciar que muchos problemas de los que se presentan en México se presentan también en el Perú :
Síntesis :
Las radios comunitarias tienen un poder muy grande en las personas y el estado debe mejorar su legalización y brindarle opciones para su crecimiento y mantenimiento, las radios comunitarias no reciben ingresos de empresas privadas, es una creencia de que donde hay dinero hay corrupción y las radios comunitarias se mantienen muy alejadas de eso, es importante apoyar a las radios para que sean sostenibles en todo sentido.
Referencias:
Zepeda,J. La complejidad de los medios
Gumucio, A. arte de equilibristas: la sostenibilidad de los medios de comunicación comunitarios.2001
Alfaro.R. Derechos comunicativos para la afirmación ciudadana
José,
ResponderBorrarTus acercamientos conceptuales son bastante buenos, así como la sintonía entre la cultura actual de la radio lambayecana, mismo que nos abre a otros desafíos.
Solo publicas un audio, que sí vincula.
profesor era como mínimo un audio por articulo, si se refiere al vídeo de la directora de Calandria , ese vídeo comienza a los 30 seg. tenían errores en la entrevista y no podía cortar esos seg, porque era un vídeo de youtube, pero el vídeo es muy bueno.
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